Victoria para el eritreo Workneh

El eritreo Workneh Fikre corrió este domingo la Subida Pedestre entre la localidad asturiana de Panes y la lebaniega de Potes más rápido que nadie. Pero no sólo de los 600 participantes de esta XXXII edición sino más veloz que nadie en los 32 años. Lo hizo con una idea fija desde el inicio de la prueba, que no era otra que conseguir batir el récord de la pasada edición, que estaba en poder de Zakaria Mazoizi, que paró el reloj en 1.31.37. Lo consiguió. Nada más iniciarse la prueba, donde participaron cerca de 500 atletas, Mazoizi, sufrió una lesión, lo que hizo que tendría que abandonar la prueba.

Fikre se distanció del resto de corredores desde las calles de Panes, consiguiendo imprimir un fuerte ritmo, que logró sus frutos, ya que al paso del primer control en el kilómetro cinco ya sacaba más de dos minutos a un grupo de corredores donde se encontraban Yassine Lazzaoui, Adrián Briz, Manuel Heras, Adrián Heras, o el lebaniego Fran Pardo. Fikre, a medida que iba pasando por los diferentes avituallamientos, iba aumentando su distancia saliendo del Desfiladero con más de diez minutos de distancia y logrando un extraordinario tiempo en línea de meta en la villa de Potes de 1.30.21, batiendo el récord del pasado año. A doce minutos del ganador entraba Yassine Lazzaoui, con un tiempo de 1.42.20, seguido de Adrián Briz, con un registro de 1.42.21.

En la categoría femenina, la gran favorita, Irene Pelayo, corrió durante los quince primeros kilómetros en un grupo de catorce unidades, para separarse de ellos y ganar la prueba, logrando un tiempo de 1.51.37, muy cerca de su propio récord de 1.49.34 y mejor marca de la prueba (2012). Después de ella entró la santoñesa Dolores Marco, con 1.56.25 y Cristina Alles, con 1.56.41.

El ganador se llevó un premio de 500 euros por superar el récord de la prueba.

Workneh Fikre se mostró feliz al concluir la prueba : «Salí a tope desde el principio de la carrera porque no solo pensaba en ganarla, sino también en conseguir el récord, ya que me he preparado a conciencia y me encontraba en muy buena forma». Fikre, para conseguir su objetivo tuvo que llevar un ritmo muy exigente desde el inicio, ya que «hasta el kilómetro cinco, a la altura del primer puente, llevaba un ritmo de 3.05 el kilómetro y a partir de ese momento sabía que debía mantener ese tiempo para poder lograr el récord». El ganador se refirió a la prueba y a su trazado:«Es una prueba muy bonita y cuenta con una gran organización».

Por su parte, la cántabra Irene Pelayo, a pesar de no lograr batir su propio récord, expresó su opinión: «He salido con un grupo de catorce chicos, pero me di cuenta de que a partir del kilómetro quince debía de aumentar el ritmo y por ello me separé de ellos para ir en solitario hasta la meta, ya que a mitad de recorrido sabía que la segunda chica venía cerca, y por eso decidí imprimir un ritmo más rápido». Pelayo elogió la prueba: «Para mí es la mejor carrera de Cantabria y la más bonita. El Desfiladero de La Hermida es precioso. Es un lujo correr por estos parajes y disfruto mucho en esta carrera, donde he tenido sensaciones muy buenas, disfrutando enormemente».

Dulce Rotaeche, cántabra de Ramales, que ha participado en las 32 ediciones de la carrera, después de cruzar la línea de meta, mostró su satisfacción: «Es una prueba que me encanta y que no puedo perder. He disfrutado mucho y la temperatura ha sido idónea. Un año más me siento muy feliz».

Finalmente, el alcalde de Potes, Javier Gómez, mostró su orgullo: «Porque ha habido una importante participación en un día estupendo y estamos orgullosos de poder asistir a una carrera donde se ha batido el récord por segundo año consecutivo». Gómez agradeció «el trabajo desinteresado de todos los colaboradores, que hacen posible esta bonita carrera, que desde hace 32 años moviliza a vecinos».